Potosinos
muerden el polvo
Contaminación minera deprime la salud de
la población
Por Luis Víctor Alemán Vargas
“Como
vecino, uno no sabe a quién puede acudir, qué autoridad o institución puede
hacer respetar los derechos. La Constitución Política del Estado Plurinacional
indica que todos los ciudadanos tenemos derecho a gozar de un buen medio
ambiente. Pero no es así, no lo gozamos. Ahí arriba [Pampa Ingenio] irías a
vivir vos, una mañana o una tarde, no se puede, claro nosotros tal vez ya
estamos acostumbrados, porque eso comemos, eso respiramos”.
De esta manera, don Juan Jaita,
Secretario de Medio Ambiente de la Junta Vecinal Pampa Ingenio, interpela a la
sociedad potosina. -Si vos vivirías allí
no aguantarías, me decía, y es cierto, me costaría mucho acostumbrarme al
sabor del mineral, a respirar el aire que contaminan los Ingenios Mineros con
su sola presencia en el barrio. Pero como bien dice don Juan, terminaría
acostumbrándome, familiarizando con el sabor y quizás acomodándome en alguno de
los miles de empleos que genera la minería. Al final, el desdén de la costumbre
nos afecta a todos, en mayor o menor medida, quienes viven en el barrio minero
y quienes viven fuera de él, olvidamos el problema de la contaminación minera y
los efectos que provoca en la salud de nuestra población.
Contaminación
Minera en barrios potosinos
Por investigaciones previas (Coronado,
2008b) sabemos que la contaminación generada por los Ingenios o Plantas
Metalúrgicas deviene principalmente de la descarga de colas con contenidos de
minerales sulfurosos y del uso de reactivos químicos, productos orgánicos y
otros, en operaciones de concentración. La participación de otros elementos climáticos
como el viento y la lluvia generan condiciones para extender el radio de
contaminación que provocan estos Ingenios.
En el municipio de Potosí, al igual que
en otras provincias del departamento, la contaminación generada por Ingenios
mineros es el pan de cada día. Muchas
de estas plantas metalúrgicas han establecido su infraestructura en barrios
residenciales de la ciudad, provocando el deterioro en la salud de la
población.
Los efectos de la contaminación minera
en la salud de la población fueron medidos, por primera vez, a través de un
estudio de concentración de plomo en sangre realizado por la Organización
Panamericana para la Salud (OPS) en el año 2001. San Cristóbal fue una de las
zonas donde se realizó aquel estudio, las
pruebas de laboratorio se realizaron a un total de 45 personas, 25 de ellas
mujeres en edad fértil y 20 niños. Los resultados de aquel estudio ya eran
alarmantes, el 33% de las personas sometidas a la prueba de sangre estaban
contaminadas por la presencia de plomo en sangre, cuyo grado de concentración
(10 microgramos/decilitro) afectaría su salud en corto y/o mediano plazo.
Luego, en el año 2009 el Centro de
Investigación Minero Ambiental (CIMA-JICA-UATF) en convenio con el Instituto Boliviano
de Biología de la Altura (IBBA) y el Servicio Departamental de Salud
(SEDES-Potosí) realizaron el estudio denominado “Determinación de metales
pesados en sangre” en diferentes barrios del municipio potosino y en riberas
del río Pilcomayo. Lamentablemente y por razones que desconocemos -pero
sospechamos- los resultados de aquel estudio no fueron socializados con la
población potosina. Recién en octubre del 2012, el Servicio Departamental de
Salud Potosí, a través de su Unidad de Salud Ambiental, dio a conocer parte de
los resultados. El jefe de unidad Dr. Modesto Rojas advertía en aquella oportunidad
“…la contaminación de la sangre por partículas de plomo es altamente tóxica y,
según estudios, está afectando principalmente a la niñez y población adulta
mayor en Potosí” (1).
Pese a las declaraciones y al evento
organizado por el Servicio Departamental de Salud Potosí, los resultados de
aquella investigación no incidieron en la toma de decisiones de políticas
públicas al respecto. Es por esta razón, y gracias al desprendimiento del
Doctor Bernardino Fuertes, jefe médico del Centro de Salud San Cristóbal, y el
actual director del CIMA-JICA-UATF el Ingeniero Franz Mamani, podemos publicar
los resultados más importantes de aquel estudio.
Determinación
de metales pesados en sangre: La metodología
Para realizar el estudio de
determinación de metales pesados en sangre, los responsables decidieron
trabajar en 10 barrios o comunidades del departamento: 9 barrios del municipio
de Potosí y una comunidad en el municipio de Tacobamba, ubicada a la ribera del
rio Pilcomayo. Estas zonas son: Villa Colón, San Cristóbal, Pailaviri, San
Pedro, San Benito, Cantumarca, Velarde y ciudad Satélite. Mientras en el área
rural la comunidad de Viña Pampa ubicada en la ribera del río Pilcomayo.
Para la toma de muestra en los vecinos
de estas zonas y comunidades, los profesionales encargados utilizaron insumos
especiales cómo los tubos EDTA libre de metales. Así mismo, el análisis del
Plomo se efectuó por espectrometría de absorción atómica (Horno de Grafito), por
el método EPA 3051A y 3050B (microwave assisted acid degestion of sediments,
sludges, soils, and oils). Se sacaron muestras de sangre en un total de 164
personas, 87 hombres y 77 mujeres.
Para el análisis de los resultados de
laboratorio se utilizó la clasificación que brinda la OPS/OMS para comparar los
niveles de concentración de plomo en la sangre y los efectos que se podrían
presentar en la salud de las personas afectadas. Por ejemplo, una persona que
tiene 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre sufrirá una ligera
reducción del Coeficiente Intelectual, problemas auditivos y de crecimiento. Mientras
en el otro extremo, los que muestran 100 microgramos de plomo en un decilitro
de sangre presentarán inflamación cerebral, ataques, estado de coma y muerte.
Aunque esta
clasificación no es la misma en todos los países. En algunos países, como
Australia e Inglaterra, se ha determinado que con sólo tres microgramos de
plomo en un decilitro de sangre se ocasiona la pérdida de cuatro puntos en la
proyección del desarrollo psicomotor. Esta delimitación de un nivel máximo de
concentración de plomo en la sangre, permite a los Estados tomar acciones
legales en contra de las empresas o instituciones que ocasionan este grado de
contaminación en la población. Lo cual no ocurre en países como el
nuestro.
Los resultados
Los barrios en
los que se ha identificado vecinos con mayor grado de concentración de plomo en
la sangre fueron, casualmente, los barrios de la zona alta de la ciudad. Allí
donde los Ingenios Mineros procesan sus minerales y depositan sus residuos. En
barrios como San Benito, Pailaviri, San Cristóbal y San Pedro se identificó a
vecinos/as con alta concentración de plomo en sangre; mientras que en
Campamento Velarde, Cantumarca o Ciudad Satélite, los vecinos presentaron bajos
niveles de esta concentración.
En el barrio
de San Benito, por ejemplo, el grado máximo de concentración de plomo
encontrado en la sangre fue de 60 microgramos por decilitro de sangre. Este
nivel de contaminación afectaría la salud del vecino/a causando anemia, daño
nervioso, estreñimiento, dolor de estómago, problemas de memoria y
concentración, según especifican los parámetros de la OPS/OMS.
De la misma
forma, en el Campamento Pailaviri el nivel máximo de concentración de plomo en
la sangre, encontrado en un/a vecino/a, fue de 41 microgramos de plomo por
decilitro de sangre. Este nivel de contaminación causaría daño en los riñones,
pobre desarrollo óseo y muscular, falta de coordinación y disminución de
glóbulos rojos.
Otro resultado
llamativo de aquella investigación fue que la población económicamente activa
es el grupo en el que mayores grados de contaminación presentan. Los niños y
personas de la tercera edad, no presentan grados de contaminación tan altos.
Sin embargo son también importantes.
Por último, la
investigación reveló que el problema de la contaminación minera afecta a la
población en su conjunto, y no sólo a los trabajadores que intervienen en la
producción minera. Tanto, amas de casa como empleados manuales, estudiantes y
panaderos presentaron altos grados de concentración de plomo en sangre, lo cual
demostró que el problema afecta a todos los residentes de la ciudad.
Estos
resultados, por demás alarmantes, demuestran que los la producción minera y
específicamente, la presencia de Ingenios Mineros en barrios residenciales de
nuestro municipio, están contaminando el ambiente y deteriorando la salud de la
población potosina. Al punto de provocar la muerte.
Es posible que
los interesados descalifiquen la validez de estos resultados, alegando los 5
años que pasaron de aquel estudio. Sin embargo, cualquier persona se dará
cuenta que en esos cinco años la explotación y procesamiento de minerales se ha
incrementado en nuestro municipio, incrementando también los niveles de
contaminación ambiental y humana.
En una breve entrevista, realizada el
pasado 18 de junio, los ginecólogos del Hospital Boliviano Cubano de la zona
San Cristóbal, comentaron sentirse
preocupados por la alta incidencia de Embarazos anembrionarios en la zona, “por mes atendemos en el hospital por lo
menos 3 casos” indicó el Dr. Walter Olivares. De la misma forma, Casos de óbito en mujeres embarazadas se
presentan en un promedio de 2 al mes, lo cual es muy alto en comparación a
otros departamentos o países, expresó el médico cubano José Luis Gómez.
Según la clasificación de la OPS/OMS,
estas patologías detectadas en el proceso de gestación, son efectos de altos
grados de concentración de plomo en sangre. De igual manera, En el hospital
Boliviano Cubano se han detectado varios casos, en los últimos años, de
azoospermia, es decir, infertilidad en varones, presumiblemente causada también
por la concentración de metales pesados en la sangre.
Estos datos muestran lo alarmante de la
situación, que en vez de irse mitigando al parecer tiene a agravarse.
La reacción
de la población
En una entrevista, don Juan Jaita Rojas,
Secretario de medio ambiente de la Junta Vecinal Pampa Ingenio, confesó que es
difícil promover cambios en favor de la salud del ser humano y del medio
ambiente. Pese a ello, en la Junta Vecinal Pampa Ingenio, fruto de la
movilización social de los vecinos y el seguimiento realizado por sus
dirigentes, se ha logrado clausurar y promover el traslado de Ingenios Mineros
que no cumplían con todos los requisitos para su funcionamiento. Des esta manera,
don Juan nos cuenta su experiencia:
Cuando yo entré a este cargo había
algunos compromisos de anteriores dirigentes con la Gobernación para que los
Ingenios Mineros se trasladen de la zona. Según aquellos compromisos los
ingenios ya tenían que trasladarse el 2000, luego el 2008, luego 2010, así se
alargaba año tras año.
Cuando fui a averiguar a la Gobernación
para hacer seguimiento a estas denuncias no había nada archivado, ni denuncias,
ni compromisos de traslado, nada. Los documentos se habían perdido.
Lo primero que hemos hecho es mandar
denuncias escritas de los derrames que ocasionaban los ingenios. Recién a la
tercera denuncia se revisó la documentación de los Ingenios y descubrimos que
uno de ellos no contaba con licencia ambiental.
A este Ingenio le iniciamos un proceso
administrativo durante un par de años. Cuando el proceso estaba llegando al
final y la clausura del Ingenio era inminente, los vecinos se enteraron del
proceso por los mismos administrativos del Ingenio, quienes comenzaron a
advertir a los vecinos de que ya no aportarían al barrio en ninguna actividad
porque el proceso administrativo clausuraría su Ingenio. De esta manera, los
vecinos se informaron y poco a poco los vecinos también se levantaron en contra
de los Ingenios Mineros.
Con esta movilización logramos la
atención de las autoridades municipales, con quienes nos reunimos, firmamos
actas de compromiso, en las cuales se comprometían a no renovar las licencias
de funcionamiento a estos Ingenios Mineros asentados en el barrio. Este
compromiso no se ha cumplido, por lo que vemos, ya que los Ingenios siguen
trabajando en la zona.
Es difícil luchar contra esto porque los
propietarios hostigan permanentemente. Recientemente, por ejemplo, he
denunciado a dos comercializadoras de mineral que se han establecido en el
barrio. Por ello han venido a amenazarme a mi casa, a querer pegarme.
Tres
comercializadoras se han abierto en la junta vecinal, después tenemos cuatro
Ingenios mineros, estos son: San Silvestre, San Jorge, ENCA, Santa Catalina. Este
Ingenio Santa Catalina está alado de Centro de Salud, a pocos metros de una
Escuela, a lado de una guardería y nadie dice nada.
Propuestas
de solución e incumplimiento
El parque de
Ingenios es uno de los proyectos que definitivamente mitigarían los efectos de
la contaminación minera en la ciudad. Sin embargo, el proyecto has sido
planteado hace bastante tiempo y ningunos de los gobiernos de turno han
cumplido aquella demanda.
El año pasado una empresa realizó el
estudio para la construcción de esta infraestructura, pero a la fecha no se
sabe exactamente, ¿Cuándo?, ¿Dónde? ni ¿cómo? Se realizará este proyecto. La
actual Secretaria de Madre Tierra del Gobierno Autónomo Departamental de
Potosí, Ing. Ivana Bellido tiene escasas tres semanas de haber asumido el
cargo, y aun no conoce los resultados de aquel estudio. Esperemos este proceso
se agilice y, en al menos dos años más, podamos ser testigos del traslado de
los Ingenios Mineros a un espacio adecuado y apto para su funcionamiento.
Ojalá,
como indica don Juan Jaita, lucháramos por nuestra niñez, para evitar que ellos
crezcan contaminados, ya que nosotros los adultos ya estamos perdidos, incluso
sin trabajar en la mina vivimos con esa contaminación.
Notas
(1) El Potosí, “SEDES advierte presencia
de partículas de plomo en sangre de población potosina”. Domingo 7 de octubre
2012.
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