sábado, 19 de julio de 2014

LA CONSTRUCCIÓN DE LA COLONIALIDAD DEL PODER

La construcción de la colonialidad del poder
Discursos y personajes del Potosí Republicano

Por: Luis Víctor Alemán Vargas

Escribir sobre colonialismo, colonialidad, racismo y discriminación puede resultar aparatoso en el actual contexto político. Preguntarse acerca de la existencia de discursos y prácticas racistas o discriminatorias en Potosí, puede también generar el malestar de parte de la población Potosina, que prefiere no referirse a estos temas.

Resulta más apropiado, cuando se habla de la cultura potosina, hacer referencia a las crónicas, costumbres, festividades religiosas. Emitiendo opiniones carentes de crítica alguna.

En la otra cara de la medalla, se encuentran las improductivas e ineficientes políticas y normativas de descolonización impulsadas desde el viceministerio del área. Desde las malas performances de los matrimonios interculturales, hasta la poca aplicación de la Ley 045 de lucha contra el racismo y toda forma de discriminación. Las políticas desarrolladas han generado algunas antipatías respecto a estas categorías.

En este contexto, la temática parece haber perdido el interés de la población en general, pese a su importancia inherente. Recordemos que la lucha de las Naciones y Pueblos Indígenas por el reconocimiento constitucional y sus derechos como grupos étnicos, data de varios siglos atrás y sintetiza la mayor parte de la historia política de  nuestro país.

Hoy, la banalización de la descolonización, puede influir negativamente en el desarrollo de verdaderas políticas “interculturales”, puede dificultar la generación de conocimiento crítico respecto de nuestra historia y cultura, y  obstaculizar la apertura de espacios de debate en la temática.

Raza y colonialidad del poder

El uso de la categoría raza en el ámbito de la producción científica proviene de la biología. Cuya categoría permitía clasificar seres vivos con características biológicas similares. Luego, la antropología física fue la que aplicó esta categoría a la clasificación de seres humanos, en base a las características biológicas similares al interior de los grupos sociales.

Posteriormente, de la clasificación por razas, se pasó a la interpretación de sus cualidades, generando discursos que jerarquizaron las cualidades de cada raza, un paso más, para la construcción social del racismo.

Desde otra perspectiva, Anibal Quijano identifica el nacimiento de la idea de raza en el continente americano, aparejado al proceso de colonización, “Quizás se originó como referencia a las diferencias fenotípicas entre conquistadores y conquistados, pero lo que importa es que muy pronto fue construida como referencia a supuestas estructuras biológicas diferenciales entre esos grupos” indica el autor.

Según el autor, las relaciones fundadas en esta idea de raza produjo identidades sociales históricamente nuevas: indios, negros y mestizos. “En la medida en que las relaciones sociales que estaban configurándose eran relaciones de dominación, tales identidades fueron asociadas a las jerarquías, lugares y roles de dominación colonial que se imponía. En otros términos, raza e identidad racial fueron establecidas como instrumentos de clasificación social básica de la población” (1).

En síntesis, para Quijano, la idea de raza fue un modo de otorgar legitimidad a las relaciones de dominación impuestas por la conquista. Que luego se ampliaría al resto del mundo, a partir de la expansión del colonialismo europeo sobre el resto del mundo.

Acudirían a este proceso, los teóricos de la categoría raza, aplicada a las ciencias sociales y humanas, con el objetivo de naturalizar las relaciones coloniales de dominación entre europeos y el resto del mundo.

“De ese modo, raza se convirtió en el primer criterio fundamental para la distribución de la población mundial en los rangos, lugares y roles en la estructura de poder de la nueva sociedad. En otros términos, en el modo básico de clasificación social universal de la población mundial”, indica Quijano.

Este proceso global, de constitución de la colonialidad del poder, según el autor surgió en América, acompañado de procesos económicos, comerciales y políticos, desarrollados por Quijano en varios de sus libros y artículos.

Discursos colonialistas y personajes del Potosí Republicano 

Si bien, Anibal Quijano identifica a la época colonial en América, como el punto de construcción y expansión de la colonialidad del poder a nivel global. Los grupos sociales de nuestro país en la época republicana, reproducían estas estrategias de dominación y ejercicio del poder.

Los discursos y prácticas raciales reproducirían la relación dominación/subordinación en la sociedad potosina de época republicana.

Uno de los personajes potosinos destacados de aquella época fue don Armando Alba, de quien consultamos una última edición de sus escritos bajo el título “Imagen de Potosí”.

En uno de sus acápites, dedicado a las provincias del departamento, el autor deja ver su posición respecto a las cualidades de la población indígena o aborigen que habita estos territorios.

“Por todos los senderos requebrados, van caminando los indios con isocromo caminar, con el qué importismo de quien no siente sabor a la vida ni le mueve la exaltante magnificencia de la naturaleza, que ofrece a los hombres animosos la sabia fecundante del progreso.

¿De qué sirve a estos indios tener un torax amplio, unos músculos de hierro, si en su yo profundo, hace tiempo ha muerto todo ademán, todo gesto dinámico que denuncie vitalidad?”. (Alba, 2001: 147)

La negación de toda vitalidad en la población indígena potosina está presente en este discurso racial. Un grupo social que, en opinión del destacado potosino, recorrería el inevitable camino de la extinción.

“Los campos, yermos siempre (como el alma indígena) apenas si muestran en un largo recorrer por ellos, lotes pequeñísimos donde el aborigen pleno de conservantismo, ha puesto, como pusieron sus mayores, unos gramos de semilla que le rindieron lo necesario para seguir viviendo una existencia anquilosada, junto a unas hojas de coca y un poco de alcohol, dos cosas con las que una raza está dando el horrible y macabro espectáculo de un suicidio lento.” (Alba, 2001: 147)

A lo largo de sus escritos, el insigne potosino, construye uno a uno los rasgos característicos de la población indígena del departamento de Potosí. Combinando características biológicas como el tórax amplio y los músculos de hierro, trasciende la clasificación de características biológicas para incurrir en la valoración de los componentes morales y éticos de esta población, denunciando la falta de todo tipo de vitalidad en la misma.

La construcción de este discurso racial, no obedece solamente a los intereses y motivaciones personales de don Armando Alba. El racismo es una construcción social, que expresa no solamente la visión de una persona, sino de un grupo social, y más en el caso de un destacado intelectual potosino, puede representar, en alguna medida, la visión de una sociedad.

La continuidad de la colonialidad del poder en el Potosí Republicano

En 1982, un grupo de intelectuales Potosinos, encabezados por Modesto Omiste, se dieron a la tarea de elaborar una obra de gran importancia para la época, bajo el título de “Monografía del Departamento de Potosí”. Esta obra, además de distribuirse a nivel local, estaba destinada para la exposición colombina de Chicago de aquel año. Además de ser presentada oficialmente a la municipalidad de Potosí en fecha 10 de noviembre de 1982.

El capítulo II de este documento, fue elaborado por don Néstor D. Morales, bajo el título “Razas primitivas y actuales”. En el mismo, el autor, propone una clasificación de las razas que habitaban, por entonces, el departamento de Potosí. Una síntesis de aquella clasificación racial sigue de la siguiente manera.    

Raza indígena o Quichua

“En el indio quichua, cuya ignorancia es absoluta, en todo orden, se reconoce al primitivo habitante de estas rejiones, pero dejenerado, casi un salvaje.

Vive perdido en las breñas de nuestros cerros, donde construye su choza, dedicado a cuidar llamas u ovejas, o sembrando terrenos, que le darán fruto, si la lluvia ha sido abundante.” (CEDP, 1892: 71)

Raza española-americana

“Con el transcurso del tiempo, los hijos del sol se mezclaron con las emigraciones que vinieron sucesivamente, y en especial con los españoles: resultando de aquí, la raza española-americana, que es la que actualmente forma la clase social más culta y civilizada de nuestras poblaciones, y cuyo nivel intelectual raya a la misma altura a que han llegado los pueblos del viejo Mundo.” (CEDP, 1892: 74-75)

Raza mestiza

”Descendiendo de la raza española-americana o criolla, encontramos al cholo, que es el indio mismo, pero que ha subido algo sobre el nivel del indio propiamente dicho.” (CEDP, 1892: 77-78)

“Su instrucción, si alguna tiene, es deficiente: apenas si como obrero, comprende bien su oficio. Hay, es verdad, algunos que pueden llamarse obreros entendidos y que tienen alguna instrucción relativa, pero estos forman la menor parte de esta raza, que representa o constituye la mano de obra, en nuestros pueblos”. (CEDP, 1892: 78)

Esta clasificación significativa, pone de manifiesto el orden social y la jerarquía institucionalizada en la sociedad potosina de la época republicana. En lo más alto la raza española-americana, la única clases social prevista de civilización y cultura. Por debajo, la raza mestiza o chola, prevista de instrucción deficiente, pero suficiente para mantenerse al servicio de la raza española-americana. En el último peldaño social se encuentra la raza indígena o quichua, cuya ignorancia y fortaleza física le ha preparado para el servicio de las dos anteriores razas.

Bajo el discurso de la instrucción, civilización y cultura, los grupos dominantes de aquella época, naturalizaron este orden social, legitimando las relaciones de dominación/subordinación.

Como tal, esta clasificación racial es flexible, pues las dinámicas ocurridas cotidianamente pueden generar quiebres en la jerarquización y el orden social.

Sin embargo, la muestra de que las prácticas y los discursos raciales se hubieran institucionalizado en el Potosí Republicano, es la siguiente aseveración, acerca de la raza indígena o quichua, en la Introducción de la “Monografía del Departamento de Potosí”.

“Como elemento político es nulo y se mantendrá en esta condición hasta extinguirse, en virtud de la ley fatal de que las razas superiores vienen dominando y destruyendo a las inferiores” (CEDP, 1892: 78).

La práctica y el discurso racial en base al cual se genera la colonialidad del poder, al que se refiere Quijano, se expresa en esta metáfora de la dominación, cuya marginación, del actor indígena, del sistema de poder político es absoluta. El justificativo, la ley de dominación de las razas “superiores” sobre las “inferiores”.

Resistencia y asalto al poder

Hoy, la generación de discursos políticos en base a la pertenencia étnica muestra una dinámica diferente, casi opuesta, a la presentada en 1982. La población indígena o quichua, que en opinión de los intelectuales republicanos, debió desaparecer en el mediano plazo, resistió los embates políticos y económicos generados por las políticas liberales.

Al contrario, bajo condiciones históricas diferentes a las vividas en la época republicana, las organizaciones sociales, corporaciones, sindicatos, gremios, comunidades, tomaron por asalto el poder, gracias a su participación masiva en el sistema político Boliviano.

En el actual contexto, las prácticas y discursos raciales permanecen subyacentes a los espacios y discursos públicos, generados por grupos de poder que se aferran al poder acumulado en tiempos pasados. Mientras tanto, se generan también desde las comunidades y organizaciones indígenas discursos y prácticas que protegen sus intereses y espacios ganados. Como es lógico, la lucha por el poder político puede derivar en escenarios de enfrentamiento y conflictos.

Esta es la importancia de revisar críticamente nuestra historia, pues nos permite generar debates en la temática de descolonización y lucha contra el racismo y toda forma de discriminación, apoyar la implementación de políticas “interculturales”.

Bibliografía

ALBA, Armando. Imagen de Potosí. Industria Gráfica Zulver, Potosí, Bolivia, 2001.

QUIJANO Anibal. Colonialidad del poder, euirocentrismo y América Latina.

CENTRO DE ESTUDIOS DE POTOSÍ. Monografía del departamento de Potosí. Imprenta de “El Tiempo”, Potosí, Bolivia, 1892.

 

Notas

(1) QUIJANO Anibal. Colonialidad del poder, euirocentrismo y América Latina.

 

1905 Cultura Indigena En Bolivia [pdf] Los viajes de Maria Robinson Wright en Bolivia 1905-06,

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario