Discursos y personajes del Potosí Republicano
Por: Luis Víctor Alemán Vargas
Escribir sobre
colonialismo, colonialidad, racismo y discriminación puede resultar aparatoso
en el actual contexto político. Preguntarse acerca de la existencia de
discursos y prácticas racistas o discriminatorias en Potosí, puede también
generar el malestar de parte de la población Potosina, que prefiere no
referirse a estos temas.
Resulta más apropiado,
cuando se habla de la cultura potosina, hacer referencia a las crónicas, costumbres,
festividades religiosas. Emitiendo opiniones carentes de crítica alguna.
En la otra cara de la
medalla, se encuentran las improductivas e ineficientes políticas y normativas
de descolonización impulsadas desde el viceministerio del área. Desde las malas
performances de los matrimonios
interculturales, hasta la poca aplicación de la Ley 045 de lucha contra el
racismo y toda forma de discriminación. Las políticas desarrolladas han
generado algunas antipatías respecto a estas categorías.
En este contexto, la
temática parece haber perdido el interés de la población en general, pese a su
importancia inherente. Recordemos que la lucha de las Naciones y Pueblos
Indígenas por el reconocimiento constitucional y sus derechos como grupos
étnicos, data de varios siglos atrás y sintetiza la mayor parte de la historia
política de nuestro país.
Hoy, la banalización
de la descolonización, puede influir negativamente en el desarrollo de
verdaderas políticas “interculturales”, puede dificultar la generación de
conocimiento crítico respecto de nuestra historia y cultura, y obstaculizar la apertura de espacios de debate
en la temática.
Raza y colonialidad del poder
El uso de la categoría raza en el
ámbito de la producción científica proviene de la biología. Cuya categoría
permitía clasificar seres vivos con características biológicas similares.
Luego, la antropología física fue la que aplicó esta categoría a la
clasificación de seres humanos, en base a las características biológicas
similares al interior de los grupos sociales.
Posteriormente, de la clasificación
por razas, se pasó a la interpretación de sus cualidades, generando discursos
que jerarquizaron las cualidades de cada raza, un paso más, para la
construcción social del racismo.
Desde otra perspectiva, Anibal
Quijano identifica el nacimiento de la idea de raza en el continente americano,
aparejado al proceso de colonización, “Quizás se originó como referencia a las diferencias fenotípicas
entre conquistadores y conquistados, pero lo que importa es que muy pronto fue
construida como referencia a supuestas estructuras biológicas diferenciales
entre esos grupos” indica el autor.
Según el autor, las relaciones
fundadas en esta idea de raza produjo identidades sociales históricamente
nuevas: indios, negros y
mestizos. “En la medida en que las relaciones
sociales que estaban configurándose eran relaciones de dominación, tales
identidades fueron asociadas a las jerarquías, lugares y roles de dominación
colonial que se imponía. En otros términos, raza e identidad racial fueron
establecidas como instrumentos de clasificación social básica de la población”
(1).
En síntesis, para Quijano, la idea de raza
fue un modo de otorgar legitimidad a las relaciones de dominación impuestas por
la conquista. Que luego se ampliaría al resto del mundo, a partir de la
expansión del colonialismo europeo sobre el resto del mundo.
Acudirían a este proceso, los teóricos de
la categoría raza, aplicada a las ciencias sociales y humanas, con el objetivo
de naturalizar las relaciones coloniales de dominación entre europeos y el
resto del mundo.
“De ese modo, raza se convirtió en el
primer criterio fundamental para la distribución de la población mundial en los
rangos, lugares y roles en la estructura de poder de la nueva sociedad. En
otros términos, en el modo básico de clasificación social universal de la
población mundial”, indica Quijano.
Este proceso global, de constitución de la
colonialidad del poder, según el autor surgió en América, acompañado de
procesos económicos, comerciales y políticos, desarrollados por Quijano en
varios de sus libros y artículos.
Discursos
colonialistas y personajes del Potosí Republicano
Si bien, Anibal Quijano identifica a
la época colonial en América, como el punto de construcción y expansión de la
colonialidad del poder a nivel global. Los grupos sociales de nuestro país en
la época republicana, reproducían estas estrategias de dominación y ejercicio
del poder.
Los discursos y prácticas raciales
reproducirían la relación dominación/subordinación en la sociedad potosina de
época republicana.
Uno de los personajes potosinos
destacados de aquella época fue don Armando Alba, de quien consultamos una
última edición de sus escritos bajo el título “Imagen de Potosí”.
En uno de sus acápites, dedicado a
las provincias del departamento, el autor deja ver su posición respecto a las
cualidades de la población indígena o aborigen que habita estos territorios.
“Por todos los senderos requebrados, van caminando los indios
con isocromo caminar, con el qué importismo de quien no siente sabor a la vida
ni le mueve la exaltante magnificencia de la naturaleza, que ofrece a los
hombres animosos la sabia fecundante del progreso.
¿De qué sirve a estos indios tener un torax amplio, unos
músculos de hierro, si en su yo profundo, hace tiempo ha muerto todo ademán,
todo gesto dinámico que denuncie vitalidad?”. (Alba, 2001: 147)
La negación de toda
vitalidad en la población indígena potosina está presente en este discurso
racial. Un grupo social que, en opinión del destacado potosino, recorrería el
inevitable camino de la extinción.
“Los campos, yermos siempre (como el alma indígena) apenas si
muestran en un largo recorrer por ellos, lotes pequeñísimos donde el aborigen
pleno de conservantismo, ha puesto, como pusieron sus mayores, unos gramos de
semilla que le rindieron lo necesario para seguir viviendo una existencia
anquilosada, junto a unas hojas de coca y un poco de alcohol, dos cosas con las
que una raza está dando el horrible y macabro espectáculo de un suicidio
lento.” (Alba, 2001: 147)
A lo largo de sus escritos, el
insigne potosino, construye uno a uno los rasgos característicos de la
población indígena del departamento de Potosí. Combinando características
biológicas como el tórax amplio y los músculos de hierro, trasciende la
clasificación de características biológicas para incurrir en la valoración de
los componentes morales y éticos de esta población, denunciando la falta de
todo tipo de vitalidad en la misma.
La construcción de este discurso
racial, no obedece solamente a los intereses y motivaciones personales de don
Armando Alba. El racismo es una construcción social, que expresa no solamente
la visión de una persona, sino de un grupo social, y más en el caso de un destacado
intelectual potosino, puede representar, en alguna medida, la visión de una
sociedad.
La
continuidad de la colonialidad del poder en el Potosí Republicano
En 1982, un grupo de intelectuales
Potosinos, encabezados por Modesto Omiste, se dieron a la tarea de elaborar una
obra de gran importancia para la época, bajo el título de “Monografía del
Departamento de Potosí”. Esta obra, además de distribuirse a nivel local,
estaba destinada para la exposición colombina de Chicago de aquel año. Además
de ser presentada oficialmente a la municipalidad de Potosí en fecha 10 de
noviembre de 1982.
El capítulo II de este documento,
fue elaborado por don Néstor D. Morales, bajo el título “Razas primitivas y
actuales”. En el mismo, el autor, propone una clasificación de las razas que
habitaban, por entonces, el departamento de Potosí. Una síntesis de aquella
clasificación racial sigue de la siguiente manera.
Raza indígena o Quichua
“En el indio quichua,
cuya ignorancia es absoluta, en todo orden, se reconoce al primitivo habitante
de estas rejiones, pero dejenerado, casi un salvaje.
Vive perdido en las
breñas de nuestros cerros, donde construye su choza, dedicado a cuidar llamas u ovejas, o sembrando terrenos,
que le darán fruto, si la lluvia ha sido abundante.” (CEDP, 1892: 71)
Raza española-americana
“Con el transcurso del
tiempo, los hijos del sol se mezclaron con las emigraciones que vinieron
sucesivamente, y en especial con los españoles: resultando de aquí, la raza española-americana, que es la que
actualmente forma la clase social más culta y civilizada de nuestras
poblaciones, y cuyo nivel intelectual raya a la misma altura a que han llegado
los pueblos del viejo Mundo.” (CEDP, 1892: 74-75)
Raza mestiza
”Descendiendo de la
raza española-americana o criolla, encontramos al cholo, que es el indio mismo, pero que ha subido algo sobre el
nivel del indio propiamente dicho.” (CEDP, 1892: 77-78)
“Su instrucción, si
alguna tiene, es deficiente: apenas si como obrero, comprende bien su oficio.
Hay, es verdad, algunos que pueden llamarse obreros entendidos y que tienen
alguna instrucción relativa, pero estos forman la menor parte de esta raza, que
representa o constituye la mano de obra, en nuestros pueblos”. (CEDP, 1892: 78)
Esta clasificación
significativa, pone de manifiesto el orden social y la jerarquía
institucionalizada en la sociedad potosina de la época republicana. En lo más
alto la raza española-americana, la única clases social prevista de
civilización y cultura. Por debajo, la raza mestiza o chola, prevista de
instrucción deficiente, pero suficiente para mantenerse al servicio de la raza
española-americana. En el último peldaño social se encuentra la raza indígena o
quichua, cuya ignorancia y fortaleza física le ha preparado para el servicio de
las dos anteriores razas.
Bajo el discurso de la
instrucción, civilización y cultura, los grupos dominantes de aquella época,
naturalizaron este orden social, legitimando las relaciones de
dominación/subordinación.
Como tal, esta
clasificación racial es flexible, pues las dinámicas ocurridas cotidianamente
pueden generar quiebres en la jerarquización y el orden social.
Sin embargo, la
muestra de que las prácticas y los discursos raciales se hubieran
institucionalizado en el Potosí Republicano, es la siguiente aseveración,
acerca de la raza indígena o quichua, en la Introducción de la “Monografía del
Departamento de Potosí”.
“Como elemento
político es nulo y se mantendrá en esta condición hasta extinguirse, en virtud
de la ley fatal de que las razas superiores vienen dominando y destruyendo a
las inferiores” (CEDP, 1892: 78).
La práctica y el
discurso racial en base al cual se genera la colonialidad del poder, al que se
refiere Quijano, se expresa en esta metáfora de la dominación, cuya marginación,
del actor indígena, del sistema de poder político es absoluta. El
justificativo, la ley de dominación de las razas “superiores” sobre las
“inferiores”.
Resistencia y asalto al poder
Hoy, la generación de
discursos políticos en base a la pertenencia étnica muestra una dinámica
diferente, casi opuesta, a la presentada en 1982. La población indígena o
quichua, que en opinión de los intelectuales republicanos, debió desaparecer en
el mediano plazo, resistió los embates políticos y económicos generados por las
políticas liberales.
Al contrario, bajo
condiciones históricas diferentes a las vividas en la época republicana, las
organizaciones sociales, corporaciones, sindicatos, gremios, comunidades,
tomaron por asalto el poder, gracias a su participación masiva en el sistema
político Boliviano.
En el actual contexto,
las prácticas y discursos raciales permanecen subyacentes a los espacios y
discursos públicos, generados por grupos de poder que se aferran al poder
acumulado en tiempos pasados. Mientras tanto, se generan también desde las
comunidades y organizaciones indígenas discursos y prácticas que protegen sus
intereses y espacios ganados. Como es lógico, la lucha por el poder político
puede derivar en escenarios de enfrentamiento y conflictos.
Esta es la importancia
de revisar críticamente nuestra historia, pues nos permite generar debates en
la temática de descolonización y lucha contra el racismo y toda forma de
discriminación, apoyar la implementación de políticas “interculturales”.
Bibliografía
ALBA, Armando. Imagen de Potosí. Industria Gráfica
Zulver, Potosí, Bolivia, 2001.
QUIJANO Anibal. Colonialidad del poder,
euirocentrismo y América Latina.
CENTRO DE ESTUDIOS DE
POTOSÍ. Monografía del departamento de
Potosí. Imprenta de “El Tiempo”, Potosí, Bolivia, 1892.
Notas
(1) QUIJANO Anibal. Colonialidad del poder, euirocentrismo
y América Latina.
1905
Cultura Indigena En Bolivia [pdf] Los viajes de Maria Robinson Wright
en Bolivia 1905-06,
No hay comentarios:
Publicar un comentario