lunes, 21 de julio de 2014

Chile, Argentina y Bolivia


¿Están aprovechando la creciente demanda internacional de Litio?

El quincenario POTOSÍ BÁRBARO tiene el grado de compartir con sus lectores, la entrevista que la revista del Reino Unido Industrial minerals le hizo al economista potosino Juan Carlos Zuleta. En ella, el destacado profesional, analiza los problemas con los que deben lidiar los países productores del continente, para convertirse en productores confiables en el mercado.

¿Cuáles diría usted que son los principales obstáculos que enfrentan los desarrolladores de litio en América del Sur?
Las dificultades varían según el país. Comencemos con Chile. Como argumenté hace casi dos años en respuesta a un comentarista de un informe sobre el litio incluyendo mis puntos de vista publicado por el periódico del Reino Unido, TheGuardian, la mayoría de las predicciones sobre la disponibilidad de litio dan por sentada la producción del Salar de Atacama.
De hecho, sin una producción significativa desde el desierto más seco del mundo, ninguna de ellas tendría sentido. Entonces me pregunté: ¿Qué pasaría si Atacama no puede entregar el litio necesario para todos los diferentes usos competitivos del metal en los años siguientes? Y mi respuesta fue: Tengo razones para creer que ese podría ser, de hecho, el caso.
Esto no tiene nada que ver con reservas. Se refiere a la disponibilidad de un elemento clave en la producción de salmuera en la actualidad: el agua. Este punto ya fue planteado en noviembre de 2010 por una ejecutiva de la Sociedad Química de Minerales ( SQM ) en la Reunión del Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible de los Recursos de Litio en América Latina: Nuevas Cuestiones y Oportunidades, celebrada en Santiago de Chile.
De acuerdo con SQM, para evaporar dos litros de salmuera, se requieren 100 litros de agua de los contornos del salar.
A esto, hay que añadir las medidas de regulación en Chile que consideran al metal más ligero de la tierra como estratégico limitando las concesiones de litio a sólo dos operadores, uno de los cuales (SQM) parece haber alcanzado ya el nivel máximo posible de extracción antes de que pueda afectar las actividades agrícolas que se desarrollan en los bordes del salar.
De hecho, entre 2012 y 2013, el gobierno chileno trató de ampliar la producción de litio a través de los denominados Contratos Especiales de Operación de Litio (CEOL). Desafortunadamente, este proceso estuvo plagado de errores y acusaciones de conflicto de intereses (que implican precisamente a SQM) que al final obligaron al gobierno anterior a abortarlo.
En cuanto a Argentina, es bien conocido que hasta hace poco se consideró a este país como casi la "tierra prometida " para el litio. Como dije en un artículo de 2011, sin embargo, todo cambió dramáticamente una vez que el gobierno decidió aplicar controles a los tipos de cambio para todas las operaciones mineras en Argentina.
La situación ahora es que la mayoría de - si no todas - las operaciones mineras han completado sus fases de exploración y proyectos piloto de desarrollo y se están preparando para comenzar a producir litio. Sin embargo, lo más probable es que no produzcan nada a menos que esos controles del tipo de cambio sean levantados.
En relación con esto, acabo de enterarme de una fuente fidedigna de información que muchas empresas internacionales que operan en la Puna argentina pondrán en espera sus planes de producción hasta que se visualice una nueva situación política en Argentina. Eso sólo podría suceder después de las elecciones presidenciales y un eventual cambio de gobierno en 2015.
Por último, como ya he manifestado en muchas ocasiones a lo largo de los últimos cuatro años, aproximadamente, Bolivia ha perdido una oportunidad de oro para convertirse en una superpotencia de litio tras no llegar a un enfoque técnico plausible para producir carbonato de litio por sí misma después de seis años de infructífera experimentación.
En síntesis, América del Sur parece haber entrado en una especie de laberinto del que nadie sabe si será capaz de salir en los siguientes tres a cuatro años, lo que me lleva a pronosticar un virtual estancamiento de la producción de litio de salmueras en el mundo en este período de tiempo. Bajo estas circunstancias, Australia eventualmente consolidará su liderazgo en el mercado de litio y es probable que Canadá y otros países (posiblemente Serbia, EE.UU., China?) surjan en los próximos años como las nuevas fuentes confiables de litio (aunque en su mayoría, mineralizado) en el planeta.

Usted ha dicho en el pasado que cree que Japón se involucrará más en el mercado de recursos de litio, ¿hay indicios de que esto está sucediendo?
A primera vista, este movimiento parece estar en contradicción con lo que Toyota ha estado diciendo todo el tiempo con respecto a los vehículos completamente eléctricos (VCE). Sin embargo, la estrategia de negocios de Toyotasobre este tema se compone de tres partes: La primera, prepararse para la transición hacia la propulsión eléctrica , en cuyo caso tiene sentido que el gigante motor japoneses invierta en litio (como parte de una perspectiva a largo plazo); la segunda, retrasar lo más posible la revolución de los vehículos eléctricos a fin de no matar a su híbrido Prius, lo que explica por qué a Toyota no le gustan (al menos en el mediano plazo) los vehículos completamente  eléctricos; y,la tercera, ir más allá del litio, que aclara la reciente inclinación de Toyota hacia las pilas de combustible.
Por último, sigue siendo un poco un misterio por qué otras empresas japonesas fuertemente involucradas en la fabricación de baterías de ion-litio (un argumento que se puede ampliar a la producción de coches eléctricos también) aún no han mostrado mucho interés en garantizar el acceso a una cantidad adecuada de recursos de litio en diferentes partes del mundo.

¿Qué pasa con la situación de la oferta/demanda actual y ¿qué significa esto para los posibles desarrolladores de litio en América del Sur?
Una tendencia interesante al alza de precios de carbonato e hidróxido de litio grado batería está comenzando a emerger lo que podría ser un indicio de un exceso de demanda de litio en el futuro cercano.
Esto podría ser, por supuesto, exacerbado si el proyecto de ElonMusk, máximo ejecutivo de Tesla Motors, de construcción de la fábrica de baterías de iones de litio más grande del mundo en América del Norte se cristaliza en el corto plazo. Pero, en general, el horizonte para los desarrolladores junior de litio en América del Sur no parece realmente brillante a menos que apuesten por la producción de compuestos de litio de alta pureza, una tarea para la cual probablemente no están preparados en la actualidad.
Así que, tal vez con el fin de sobrevivir algunos de ellos pueden verse obligados a participar en alianzas estratégicas con socios más grandes - ya sea en la industria del litio como tal o en los eslabones de abajo de la cadena de valor del litio.

¿Qué país de América del Sur tiene la oportunidad de explotar la mayor cantidad de recursos de litio? ¿Lo está haciendo? Si no, ¿por qué no?
Después de haberme dado cuenta de que la industria del litio en América del Sur está en realidad confrontando serios problemas en este momento, me resisto a sugerir qué país tendría una ventaja competitiva inequívoca de explotar la mayor cantidad de recursos de litio en el corto o mediano plazo.
Sin embargo, hay razones para creer que Chile aún tiene la oportunidad de aumentar sus niveles de producción, siempre y cuando sea capaz de elaborar un plan para recuperar su liderazgo anterior del mercado. Después de todo, es allí donde se encuentran las reservas de litio con la más alta concentración y es allí de donde se extrae la mayoría de litio en América del Sur. El tiempo dirá, sin embargo, si el nuevo gobierno entiende las nuevas condiciones del mercado y actúa en consecuencia.

¿Puede América del Sur mantener su corona como el productor con los menores costos por tonelada?
La respuesta es un no definitivo. Las cosas han cambiado desde cuando América del Sur se convirtió en el rey del litio como el productor con los menores costos por tonelada. En este sentido, preveo una situación en la que los tres países que forman el llamado triángulo del litio, a saber, Chile, Argentina y Bolivia,tendrán que desarrollar una estrategia másbien combinada de producción en la que coexista la evaporación solar con otros métodos más sofisticados y costosos de extracción de litio.

¿Podría comentar sobre las recientes noticias sobre Tesla?
En los últimos tiempos he escrito extensamente sobre Tesla Motors. En general, mis opiniones han favorecido una evolución positiva de una empresa de reciente creación que está empezando a cambiar todo el espectro de lo que podría llamarse la nueva economía de litio en el mundo.
En este sentido, mis hallazgos han sido sorprendentes. En primer lugar, después de mi observación hace unos nueve meses, de que el Modelo S de Tesla se había convertido en una amenaza para los híbridos de lujo (Lexus) de Toyota (TM), he demostrado en mi última investigación que ésta puede extenderse no sólo a todos los híbridos de lujo, sino también a todos los coches de lujo con motores a combustión interna (MCI) de precio similar al modelo S en el mercado de EEUU para el período enero 2013-marzo 2014.
En segundo lugar, también he descubierto que, durante el período enero- noviembre de 2013, Tesla Motors consumió 2.090 toneladas de carbonato de litio equivalente (CLE) que alcanzan a un 72 % de todo el litio que se requiere para la producción de baterías de iones de litio utilizadas por todos los vehículos enchufablescomercializados en los EEUU y el 68% de todo el litio requerido por todos los híbridos y enchufables vendidos en el mismo mercado.
Asumiendo una demanda mundial de litio de 168.000 toneladas para el año 2013, el consumo de litio de Tesla ese año habría representado el 1,24% del consumo mundial de litio. De ahí que, para materializar sus posibilidades de producir 500.000 vehículos eléctricos en 2020 en los EEUU, Tesla requeriría entre 40.800 y 59.442 toneladas de CLE, que se traduce en entre 24,29 y 35,38 % de todoel CLEconsumido en el mundo en 2013. Estas cifras se basan en información sobre el contenido del metal en baterías de iones de litio que usan una composición química Li -Ni- Co –Al, tal como sugiere el Laboratorio Nacional Argonne de EEUU.
En tercer lugar, después de revisar la literatura científica sobre innovación disruptiva aplicada a los coches eléctricos en general y al Modelo S de Tesla, en particular, he argumentado en un reciente artículo que el enfoque de Clayton Christensensobre este asunto podría ser mucho más potente de que lo que la mayoría de los críticos creen, concluyendo que el Modelo S de Tesla de hecho puede considerarse una innovación disruptiva, lo que a su vez me llevó a establecer también que Tesla Motors es una empresa disruptiva.
Esto, en esencia, significa que Tesla está empezando a cambiar toda la industria automotriz, con enormes consecuencias para la cadena de valor de litio.
Por último, a la luz de mis comentarios anteriores, ahora soy de la opinión de que Tesla Motors está de hecho dando al litio y a los países productores de litio (en particular, Bolivia, Chile y Argentina) una última oportunidad para asumir el reto de formar parte de la "nueva manera de hacer las cosas"en el mundo que podemos prever para los próximos años.

*  Traducción al español de la entrevista realizada por la revista especializada Industrial Minerals del Reino Unido al economista boliviano Juan Carlos Zuleta, bajo el título “Lithium in LatinAmerica” (Véase: http://www.indmin.com/Article/3334713/Lithium-in-Latin-America.html).


En Bolivia: La desinformación campea en el tema del litio
Juan Carlos Zuleta Calderón *

Me he referido antes a este punto.  Por supuesto, el problema no puede reducirse a plazos incumplidos, conflictos de intereses o, incluso, a negociaciones fallidas con potencias extranjeras (aunque incluyendo “generosas” entregas de nuestras salmueras para propósitos de investigación a cambio de nada), aspectos sobre los cuales ya he comentado en otros artículos.
Podríamos hablar también, por ejemplo, de gastos dispendiosos y ausencia de resultados efectivos después de seis años de infructuosa gestión. En efecto, según información obtenida por página siete, hasta principios de marzo de 2014, la inversión estatal en el desarrollo del litio habría alcanzado a $us.121,6 millones, monto que se desagregaría en: $us.18,9 millones para la fase piloto, $us.96,8 millones para la fase industrial, $us.4,3 millones para el proyecto de baterías de litio de la fase III y $us.1,6 millones para el proyecto piloto del Salar de Coipasa. 
Asimismo, las tres plantas piloto (dos de cloruro de potasio y otra de carbonato de litio), junto con una mini ensambladora de baterías de litio, inauguradas con gran entusiasmo por el gobierno, sólo habrían generado 500 toneladas de cloruro de potasio comercializadas, de 9 a 10 toneladas de carbonato de litio almacenadas y unas cuantas baterías de iones de litio para celulares y bicicletas producidas con carácter experimental por técnicos chinos con todos los insumos importados.
Pero, hay más que decir sobre este tema. Es posible suponer que el grueso de la inversión ($us.96,8 millones) se gastó en la construcción de enormes piscinas de evaporación solar, en preparación de la etapa de producción de carbonato de litio a escala industrial. Sin embargo, lo que nunca se dijo (ni se dirá, con seguridad) es que estos aparatosos instrumentos de precipitación de salmueras tendrían (y tendrán) un rol muy limitado en el aprovechamiento sostenible de nuestros recursos evaporíticos del Salar de Uyuni de cara a la producción de al menos 30.000 toneladas/año de carbonato de litio y 700.000 toneladas/año de cloruro de potasio postergada ahora para dentro de los próximos 5-6 (o quizás más, ¿quién sabe?) años. 
Como he sostenido en anteriores publicaciones, la obstinada inclinación de los encargados del proyecto piloto hacia una opción tecnológica fuertemente basada en la evaporación solar estaba y está condenada al fracaso debido principalmente a que las tasas de evaporación solar y precipitación fluvial en el Salar de Uyuni constituyen un espejo reverso respecto de las del Salar de Atacama, uno de los pocos lugares del planeta donde esta tecnología era - hasta hace algunos años - apropiada.
Esto explicaría por qué se tardó tanto en producir/vender volúmenes tan pequeños de carbonato de litio y cloruro de potasio (equivalentes apenas a un cuarto y a la mitad de la producción mensual programada para la planta piloto, respectivamente). 
En estas circunstancias, resulta temerario concluir que se habría cumplido “satisfactoriamente” la fase piloto, tal como se menciona en la publicación del matutino paceño y, mucho más aún, avanzar hacia una licitación internacional (suspendida, por el momento, por “motivos de orden administrativo”) dirigida a contratar a una empresa especializada para que se encargue de elaborar el diseño final de la planta de carbonato de litio a escala industrial, luego de conocerse que el rendimiento obtenido en la planta piloto desde el momento en que arranca el proceso hasta que termina sólo alcanza a un 40,96%. 
De otro lado, tampoco parece haber sido tan sabia la decisión de adelantar el diseño final de la planta industrial de cloruro de potasio, toda vez que existe evidencia de que la experiencia piloto aún no habría arrojado un compuesto con grados de pureza adecuados a las exigencias del mercado internacional,tal como he señalado en una reciente publicación en hora 25
Lo anterior respalda mi afirmación de que aún queda mucho por hacer en cuanto al llamado “proceso boliviano” de aprovechamiento de nuestras salmueras antes de empezar a producir cantidades importantes tanto de uno como de otro compuesto químico, poniendo en cuestión también la opinión de una ex autoridad de COMIBOL en sentido de que el “proyecto piloto de litio [y potasio] está avanzando.” 
La pregunta que sigue es: ¿Hasta cuándo tendremos que tolerar esta situación, máxime si se tiene en cuenta que el boom del litio ya habría comenzado?

*Analista de la economía del litio





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