sábado, 19 de julio de 2014

DÍA INTERNACIONAL DE LA TRABAJADORA SEXUAL


DÍA INTERNACIONAL DE LA TRABAJADORA SEXUAL
La lucha por la reivindicación de su derecho al trabajo

Por Ximena Montoya Sejas

Uno de los trabajos más antiguos, ejercido en su mayoría por el denominado sexo débil, a pesar de requerir bastante sacrificio físico y sobre todo valentía, se trata de la prostitución; entendida como la prestación de servicios sexuales a cambio de una cantidad de dinero.

 
En Bolivia, el ejercicio de este trabajo es reconocido legalmente por la Constitución Política del Estado y practicado en diferentes regiones del país; Potosí no es la excepción, desde hace muchos años  los lenocinios han sido ubicados en proximidades de la zona de San Roque, desde el 2009 un grupo de Trabajadoras Sexuales (TS) logró independizarse y prestar sus servicio fuera de estos lenocinios donde la actividad es nocturna y obliga al consumo de bebidas alcohólicas. Dicho grupo actualmente forma parte de la Organización de Activistas por la Emancipación de las Mujeres (ONAEM), con sede en Cochabamba, prestan sus servicios en alojamientos durante el día, no consumen bebidas alcohólicas, se contactan con sus clientes vía celular, sus anuncios son vistos diariamente en los periódicos y se denominan Trabajadoras Sexuales celulares (TSc).

Su emancipación ha significado un gran paso hacia su liberación sobre todo económica, pues las ganancias de su trabajo ya no son compartidas con quien las maneja, sin embargo son más vulnerables a sufrir malos tratos por parte de sus clientes y de distintas autoridades que se han dado a la tarea de perseguirlas, a pesar de que su actividad en los alojamientos estaría bajo el marco legal. Según refiere la presidenta de las TSc  “Las autoridades no saben que tenemos una Ley la 3729 donde dice que los propietarios y administradores de alojamientos, moteles, lenocinios y otros afines deben obligatoriamente proporcionar preservativos en condiciones óptimas y gratuitas a sus clientes y personas que ejercen comercio sexual en dicho establecimiento, el incumplimiento dará lugar a sanciones económicas y en caso de reincidencia la clausura del establecimiento. Entonces ¿porque nos están sacando del establecimiento?”. El tema está siendo tratado conjuntamente con la Intendencia Municipal y la Defensoría del Pueblo luego de que una de las TS habría recibido malos tratos por parte de personal de la Intendencia, llegando incluso a ser despojada de sus documentos de sanidad e identidad para mostrarlos en los medios de comunicación sin respetar su derecho a la privacidad “vamos a reunirnos con la intendencia para ver qué plan de trabajo tenemos, que permita regularizar esta actividad y que esté dentro el marco de la Ley” dijo la representante de las TSc.

Este es uno de los dos casos atendidos durante la presente gestión por la Defensoría del Pueblo en la ciudad de Potosí a denuncia particular, “los casos siempre han sido atendidos a demanda de ellas, no por cuenta de la institución” explicó la representante regional de la defensoría del pueblo, Jacqueline Alarcón del Rio, el primer caso, denunciaba la existencia de lugares clandestinos en donde se ofrecían servicios sexuales y en muchos se estaban vulnerando los derechos de las mujeres que se veían obligadas a prestar sus servicios en bajas condiciones y no las dejaban salir, “lastimosamente no se pudo continuar con la denuncia porque se sienten amenazadas” dijo.

“Ellas deben empoderarse de sus derechos” Jacqueline Alarcón del Rio,  representante regional de la Defensoría del Pueblo.

 ¿Hipocresía social?
La actividad que realizan las TS es duramente criticada por diferentes sectores sociales, sin embargo se trata de la prestación de un servicio con amplia demanda mayormente de hombres,  la prostitución como tal no es sinónimo de delincuencia, está última relacionada con la proliferación de lenocinios clandestinos, aunque el hecho de darse a conocer como TS las convierte en un sector vulnerable, sobre todo ante las autoridades, “Son estereotipadas, por ejemplo si van a denunciar un caso de violación, muchas veces por el hecho de conocer la actividad que realizan ya se las culpabiliza, se las juzga” explicó la asesora legal de la Defensoría del Pueblo, Eunice Cruz “Hay redes que lamentablemente explotan a las mujeres, donde ni siquiera van solas a su control de sanidad, algunas han logrado liberarse pero este nuevo grupo está en un inminente peligro incluso de su vida, porque no son atendidas por las autoridades como debieran, cuando se enteran que ejercen esta actividad, ya prácticamente depositan la culpa en ellas, lamentablemente hay barreras”.

Una de las representantes de las TSc contó, a este medio, que fueron amenazadas de muerte si continuaban con sus denuncias “Hemos luchado con personas que quieren hacer trata con menores de edad, a raíz de esto nos amenazaron con hacernos matar con sicarios, gracias a que nos organizamos ahora contamos con credenciales y tenemos más apoyo, cuando ponemos anuncios en los periódicos tenemos que presentar credencial, sanidad y fotocopia de carnet” esto garantiza al cliente que se trata de un servicio responsable, pues anteriormente existieron personas que ponían un solo anuncio y hacían trabajar a muchas chicas, “éramos más vulnerables al contagio” afirmó.

Controles de sanidad

Las TS deben asistir periódicamente a sus controles de sanidad gracias al programa de VIH SIDA, donde se otorga este servicio de manera gratuita a la población en general, “son 150 trabajadoras sexuales que permanentemente se realizan controles semanales y mensuales, para detección de infecciones y tratamiento inmediato en caso de ser necesario” explicó el Dr. Fernando Rojas Ginecólogo del programa VIH-Potosí.

El pasado año también se atendió a dos TS varones quienes ya no asisten a sus controles, presumiblemente porque dejaron la actividad, “Hasta hace dos meses teníamos  a TS conocidos como gigolós, estuvieron prestando servicios durante dos años pero ya no vienen desde hace dos meses” afirmó.

De acuerdo al informe brindado por este servicio en Potosí se han detectado trece personas con VIH SIDA este 2014, cinco varones y ocho mujeres, de los cuales ninguno sería Trabajadora Sexual (TS),”me animaría a decir por la experiencia que tengo como ginecólogo que las TS son más sanas que la población en general” dijo. Esto gracias a los controles obligatorios que ellas deben realizarse para prestar sus servicios. “Alguna vez se detectan infecciones no muy fuertes como tricomona, infección netamente sexual, vaginosis, porque se altera el PH de  los genitales, hongos por bajas defensas o uso de anticonceptivos por largos tiempos y otros motivos, estas infecciones pueden tenerlas cualquier mujer no solamente la TS, eventualmente se detecta gonorrea y otras de transmisión sexual, pero hoy en día se trata en corto tiempo, si detectamos alguien con gonorrea inmediatamente tratamos y en ocho horas ya puede continuar con su actividad, además el programan de VIH SIDA, cuenta con un equipo multidisciplinario que les permite a las TS tener atención completa e inmediata al momento de realizar sus controles”, afirmó Rojas.
 
 

Testimonio de vida

Mucho se puede decir de las Trabajadoras Sexuales (TS), pero solo ellas dan testimonio real, hablamos con una de las mujeres que se dedica a esta actividad, este es su relato:

-¿Nos puedes contar acerca de tu vida personal?    

 “Si, yo soy madre y padre de mis hijos ellos están en la universidad, pago alquiler, ropa, comida, esta vida es bien triste y amarga, por luchar por los derechos de mis compañeras averiguaron de mi vida y me amenazaron con encontrar a mis hijos, y decirles a que me dedico…(comentó entre sollozos), yo llevo una doble vida, mis hijos piensan que tengo un trabajo digno, ellos están jóvenes y decirles que yo les he criado haciendo esta actividad seria romperles una ilusión de ver a la madre que tienen… pero no me avergüenzo…(seca sus lágrimas),  porque a través de este trabajo yo les estoy sacando profesionales a mis hijos y eso es lo más importante para mí.”

-¿Por qué iniciaste en este trabajo?

“Comencé un negocio pero no me rindió, estaba divorciada, tenía deudas en el banco, una amiga me trajo a trabajar a San Roque pero no me gustó porque no me gusta tomar, me hice independiente. La primera vez es bien doloroso con lágrimas y llanto pero después nos acostumbramos, entramos con algún cliente, muchas veces tenemos que aguantar una serie de cosas, porque no sabemos qué clase de cliente nos va a tocar, a veces son respetuosos, a veces malcriados, unos vienen bien bañados, otros desaseados, pero tenemos que acostumbrarnos, algunas deben mantener familiares enfermos, otras a sus hijos, otras pagarse sus estudios.”

-¿Cómo es la rutina de tu trabajo?

“La gente no sabe que es un trabajo muy estresante, a veces cuanto estamos en alojamiento es como vivir en la cárcel… (Comenta entre lágrimas), no tenemos tele, no tenemos condiciones de aseo, es un cuarto donde sólo hay cama y velador  entra el cliente, le prestamos el servicio nos paga y se va. Muchas seguimos así las 24 horas, sin poder salir a veces, porque la gente no nos conozca, nos traen el almuerzo, o muchas veces ni comemos con el fin de trabajar y ganar.

Recibimos mensajes, nos insultan, nos llaman para decirnos cosas feas pero también nos llaman para fortalecernos, o solo para escucharnos, a veces somos una voz de apoyo…

-¿Quisieras dejar esta actividad?

“Que personas no quisiera salir de este trabajo, pero hay muchos factores que nos atan, sobre todo económicos. Siempre les digo a mis compañeras, tratemos de ahorrar, para poder salir de esto. Yo soy divorciada, cuanto intente rehacer mi vida luego del divorcio tuve una segunda pareja pero era como meter un enemigo en casa, me dijo: tus hijos o yo,…escogí a mis hijos (dijo sonriendo).

Es bien difícil salir de esto, la misma población nos discrimina, no hay trabajo, tenemos necesidad, obligación en el hogar, cuantas no quisiéramos salir de esto y no se puede, algunas logran conseguir marido pero les reprochan de donde las han sacado.

-¿Qué puedes decir a la sociedad?

“Destapen este tabú, muchas mujeres piensan que somos un mal pero somos la solución porque ayudamos a que los hombres se desestresen, vienen a contar sus problemas, un cliente me dijo cuando le pregunte por que nos buscan, me dijo que es como llevar al diablo dentro y tener que sacarlo, muchas veces tenemos que escucharles, aconsejarles porque tienen problemas en su trabajo, en su hogar. Sabemos que hay lugares clandestinos, lo que pretendemos que es esta actividad este reglamentada y la población no se vea perjudicada.”


 

 
Sensibilidad, empatía, y respeto es el común denominador para tratar este tema que involucra a todos, intentar ser tolerantes y dar una oportunidad a estas mujeres que desean reinsertarse a la sociedad y a su vez necesitan llevar el pan de cada día a sus familias, a sus hijos, padres y hermanos, sustentarse a ellas mismas y dejar lo más pronto esta actividad.

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